ESFERAS INTELECTUALES

Aquel ser tenía una mente propensa a prostituirse y proclive a la drogadicción. Mal vendía sus principios e ideales para convertirlos en la verdad de otro. Los adoptaba, los metía en la cama consigo y violaba todas las normas culturales y de conducta que se le habían propiciado con anterioridad. Su intelecto se nutría y se saciaba de elogios, falsas promesas y buenas palabras. -ten piedad. Le suplicaba el alucinógeno particular que minaba su cerebro. El gimoteo era un constante, desde el riego cerebral hasta el nervio óptico. He visto muchas cosas en la calle del Percal. Mucha droga, mucho camello y mucha puta de ocasión, y cuando crees que ya lo has visto todo, observas, indefectiblemente, que en las altas esferas intelectuales los chaperos también juegan a ser Diox.